La decisión es uno de los atributos más importantes del pensante, pues establece un balance de acciones luego de obtener información y evaluar alternativas favorables para él en función del bien común. Es lo que hacen los buenos padres con toda su familia, especialmente los hijos, para alcanzar el pleno desarrollo. Es el resultado del uso del razonamiento sinérgico familiar para establecer lo positivo, desechando lo negativo. En la administración de una ciudad o un pueblo es lo que debieran hacer las autoridades para lograr el progreso de sus administrados en base a los impuestos, que es el aporte de los pobladores en general para disponer buenas calles, buenas escuelas con buenos maestros bien remunerados, buenos hospitales con todos los insumos requeridos y haberes adecuados al sacrificio que hacen los profesionales de la salud. No obstante, es posible observar que muchos administradores estudian la manera de aumentar groseramente la carga impositiva para solventar gastos inútiles, que sólo favorecen a sus personas por medio de millonaria publicidad con gigantografías, donde figuran descollantemente sus nombres, y además gastan ingentes sumas en programas radiales, televisados o propalados por los medios cibernéticos. Realmente un buen gobernante no necesita invertir grandes sumas de dinero provenientes de impuestos para dar a conocer diariamente lo que hace, salvo que eso pagos los haga con su propio peculio. Toda empresa funciona con un financiamiento. La fuente financiera del sector público son los impuestos que sirven, mayormente, para el aumento de sueldos de las personas que “imploraron” a los ciudadanos el voto para ser elegidos. El sistema económico señala que hay cuatro formas de gastar el dinero particular o público: el propio, de otros, el propio para otros y el de otros para ellos mismos. Esto último es lo que se observa claramente al menos en la provincia. Hay transferencias sofisticadas, como los aportes a festivales, muchos de los cuales pertenecen a empresas particulares, por lo que se descuidan necesidades de una ciudad. El problema de la incomprensión no es exclusivo de la autoridad, pues atañe a los mismos pobladores. Los medios informativos nacionales e internacionales dan cuenta del tremendo atraso que sufren los escolares de todos los niveles por el afán de impedir que se abran las escuelas o la convocatoria a huelga o no concurrencia a las aulas, como si los docentes no tuvieran hijos o no comprendiesen el retardo acuciante en sus propios hogares. Hay la esperanza de una transformación cuyo resultado ha de verse no solo en años sino en décadas; mas, como dice el aforismo antiguo: “para caminar un kilómetro se requiere dar un primer paso“.
Fernando Sotomayor
Juan Bautista Alberdi 139 - S.M. de Tucumán